Todo sobre los distintos trastornos del sueño

El sueño desempeña muchas funciones vitales. Entre ellas, descansar el sistema cardiovascular, equilibrar el metabolismo de los fluidos y mantener el metabolismo neuronal. La falta de sueño, o un sueño de mala calidad, puede ser perjudicial para el bienestar y la salud. Es importante saber identificar los trastornos del sueño para poder tratarlos. ¿Cuáles son los trastornos del sueño más frecuentes? ¿Cuáles son sus consecuencias para la salud? ¿Cómo se pueden tratar los trastornos del sueño? Se lo contamos todo.

¿Qué es un trastorno del sueño?

Trastorno del sueño es una terminología común. Agrupa diversos trastornos que afectan al curso del sueño. Consistente en una sucesión de ciclos distintos, el sueño se compone de tres etapas principales. Las dos primeras corresponden al sueño ligero, las dos siguientes al sueño profundo. Hay una última fase, durante la cual se producen los sueños: es el sueño paradoxal.

Los trastornos del sueño son alteraciones que afectan tanto a la duración como a la calidad del sueño. Existen varios tipos de trastornos del sueño: afectan al sueño de distintas maneras y tienen distintas causas. También varían en gravedad. La apnea del sueño, por ejemplo, puede provocar fuertes ronquidos, pero también afectar significativamente a la calidad del sueño. De hecho, la roncopatía es uno de los síntomas de la apnea del sueño más frecuentes.

Los diferentes trastornos del sueño

Existen muchos trastornos del sueño diferentes: presentamos los tres principales grupos de trastornos conocidos.

Insomnio

El insomnio es un trastorno del sueño muy extendido. Suele provocar un sueño no reparador, insuficiente y de mala calidad. Las consecuencias del insomnio son desastrosas para quien lo padece, ya que provoca somnolencia durante el día, irritabilidad frecuente y trastornos del humor. El insomnio puede ser transitorio o crónico. El insomnio transitorio es el que se produce durante un breve periodo de tiempo, una media de tres semanas. Suele estar causado por el abuso de sustancias, el estrés, los cambios ambientales, una higiene del sueño deficiente o incluso afecciones médicas.

El insomnio crónico es una alteración del sueño a largo plazo que dura más de tres semanas consecutivas. Suelen estar ligados a malos hábitos de sueño y al desarrollo de condicionamientos que agravan el insomnio (como el miedo a no poder dormir). A veces la causa es más profunda: puede deberse a problemas psicológicos, a un consumo excesivo de medicamentos o a problemas respiratorios.

Hipersomnias

La hipersomnia es un trastorno del sueño provocado por un exceso de sueño o una somnolencia excesiva durante el día. ¿Cuál es el resultado? Un deseo constante de dormir. Existen varias formas, más o menos graves, de hipersomnia. Le hablaremos de las más comunes.

La primera de ellas es la narcolepsia. En este caso, uno se queda dormido con frecuencia y de forma involuntaria. La pérdida de tono muscular es repentina, pero sin pérdida de consciencia. La narcolepsia suele desencadenarse por una fuerte emoción positiva. La persona afectada puede sufrir alucinaciones al dormirse y parálisis del sueño. Se cree que la narcolepsia está causada por una disfunción hormonal.

La segunda forma, la hipersomnia idiopática, se caracteriza por un tiempo de sueño superior a 10 horas y una somnolencia importante durante el día. La persona afectada siente la necesidad de dormir la siesta, pero nunca está totalmente despierta.

Existen muchas otras hipersomnias, como la hipersomnia psicógena, que está relacionada con un trastorno psicológico, la hipersomnia recurrente, que se da en varones adolescentes, y las hipersomnias con causas médicas.

Parasomnias

El último trastorno del sueño es la parasomnia. Se trata de sucesos inusuales que ocurren durante el sueño. Pueden identificarse según el momento en que aparecen. Una parasomnia durante el sueño profundo se denomina sonambulismo. Durante el sueño paradoxal, las parasomnias provocan pesadillas, trastornos del comportamiento y catatrenia (vocalizaciones monótonas o gruñidos).

Trastornos del sueño: opciones de tratamiento

Los trastornos del sueño pueden tratarse para reducirlos o eliminarlos. Lo primero que hay que hacer siempre es consultar a un médico de cabecera. En función de los síntomas, puede remitir al paciente a un especialista o a un centro del sueño. Cada caso es diferente y debe tratarse en consecuencia. La automedicación nunca es una buena solución.

Evite en la medida de lo posible tomar somníferos y fototerapia, ya que alivian los trastornos del sueño pero no tratan realmente sus causas profundas. Sólo un profesional sanitario puede hacer un diagnóstico adecuado y aconsejarle el tratamiento apropiado. Tras someterse a diversas pruebas, le remitirán a diferentes terapias o tratamientos. Para los ronquidos en caso de apnea del sueño, por ejemplo, pueden recetarle aparatos antirronquidos.