Apnea del sueño en niños

La apnea del sueño es un trastorno del sueño que se define por la obstrucción parcial o total de las vías respiratorias durante el sueño. El paso del aire a través de las vías respiratorias queda bloqueado y el paciente debe hacer un esfuerzo para respirar. Esta patología puede tener graves consecuencias sobre la calidad del sueño y, más en general, sobre la calidad de vida de la persona afectada.

Pero, ¿la apnea del sueño sólo está presente en los adultos? ¿Puede observarse apnea del sueño en niños? En caso afirmativo, ¿cuáles son los signos de alerta? ¿Cuáles son las causas de la apnea del sueño en los niños? Después de estas pocas líneas, tendrá todas las respuestas a sus preguntas.

¿Los niños pueden tener apnea del sueño?

Por desgracia, la apnea del sueño no sólo afecta a los adultos. Los niños pueden padecerla, especialmente durante dos periodos distintos de la infancia. La apnea del sueño es más frecuente en niños de 2 a 8 años y de 12 a 16 años.

La obstrucción de las vías respiratorias superiores puede ser total, lo que se denomina apnea obstructiva nocturna. Cuando la obstrucción de las vías respiratorias es parcial, se dice que el niño tiene hipopnea. Algunos niños corren más riesgo que otros. Por ejemplo:

Niños nacidos prematuramente (la anatomía de la nariz, la garganta y el cuello suele ser estrecha en los niños prematuros);
Niños con asma;
Niños con infecciones ORL recurrentes;
Niños con enfermedad por reflujo gastroesofágico;
Niños con rinitis alérgica;
Niños con enfermedades neuromusculares;

Y, por último, los niños que tienen uno o ambos progenitores con apnea del sueño.

¿Cómo reconocer la apnea del sueño en los niños?

Los síntomas de la apnea obstructiva del sueño en los niños son muchos, aunque a veces difíciles de detectar. Por la noche, los niños suelen tener una respiración ruidosa e incluso ronquidos repetidos. Las posturas inusuales al dormir también pueden ser indicativas de apnea del sueño, al igual que la sudoración intensa durante la noche o los despertares frecuentes.

Si se observa al niño de cerca, en algunos casos puede observarse visualmente la apnea: el pecho se eleva correctamente, pero es difícil percibir el sonido de la respiración. Si el niño está desvestido, también pueden verse muy tensos los músculos del cuello, así como los del torso, que se retraen para dejar al descubierto las costillas.

Los síntomas de la apnea del sueño también afectan al niño durante el día. La fatiga excesiva, incluso después de dormir las suficientes horas de sueño, puede ser un signo de apnea del sueño. También puede provocar una importante pérdida de peso, así como diversos problemas de comportamiento, como irritabilidad o mayor sensibilidad. No hay nada más normal: el niño duerme mal, no lo suficiente y, de hecho, está constantemente agotado. Esto a veces no es un problema con el ritmo acelerado de la escuela, o si el niño se acuesta tarde. Sin embargo, si el niño parece dormir lo suficiente y está cansado nada más levantarse, lo mejor es consultar a un médico.

En los niños más pequeños, como los bebés y los niños muy pequeños, a veces se observa un aumento de peso difícil a pesar de una buena alimentación, así como una interrupción de la curva de crecimiento. Los lactantes también suelen tener dificultades para alimentarse debido a la obstrucción nasal. Todos estos signos deben alertar a los padres. Para recuperar un sueño de calidad y una vida sana, el niño debe someterse a diversos exámenes realizados por profesionales de la salud. En presencia de estos síntomas, es aconsejable acudir a un médico generalista o a un pediatra, que, en función de la edad del niño, podrá orientarle hacia un profesional adecuado. Este último podrá realizar un diagnóstico y proponer una solución para tratar la apnea del sueño.

¿Cuáles son las causas de la apnea del sueño en los niños?

Hay muchas causas de apnea del sueño en los niños. En general, se debe a la inflamación de las adenoides y las amígdalas. Estos tejidos blandos, situados en la cavidad nasal y la garganta, pueden hincharse y agrandarse cuando hay una infección. Por ejemplo, durante el sueño, cuando los músculos de la garganta se relajan, las amígdalas y las adenoides bloquean el paso del aire. En algunos casos, la hinchazón de las amígdalas se debe a la obesidad del niño.

La apnea del sueño también puede deberse a diversas malformaciones, alergias temporales o persistentes (ácaros, polen, etc.). Sólo las pruebas del sueño permiten identificar la causa exacta de la apnea del sueño en los niños. Realizadas por distintos profesionales de la salud y, en caso necesario, en un laboratorio del sueño, permiten orientar a los padres hacia un tratamiento adecuado. Por lo general, se recomienda la amigdalectomía o la ortodoncia y, en algunos casos poco frecuentes, el tratamiento con una máquina CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), un tratamiento más difícil de aceptar, sobre todo por los niños pequeños, pero muy eficaz.

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