Ronquidos y embarazo: ¿qué relación hay?

Las noches durante el embarazo no son fáciles. Las embarazadas suelen tener ganas frecuentes de orinar, les cuesta encontrar una postura cómoda, les molesta el bebé en movimiento y tienen la sensación de tener la nariz taponada. Una nariz tapada y un gran cansancio suelen ser sinónimo de ronquidos. Los ronquidos en las mujeres embarazadas no deben tomarse a la ligera: pueden tener consecuencias para la salud de la futura madre y del feto.

¿Cuáles son exactamente los vínculos entre el embarazo y los ronquidos? ¿Cuáles son los riesgos de roncar durante el embarazo? ¿Cómo dejar de roncar durante el embarazo? Se lo contamos todo para ayudarle a recuperar un sueño de calidad y recargar las pilas antes de la llegada de su bebé.

¿Afectan los ronquidos a todas las mujeres embarazadas?

No todas las embarazadas sufren ronquidos, pero son bastante frecuentes. De hecho, los ronquidos afectan a una media del 40% de las embarazadas. Los ronquidos durante el embarazo suelen aparecer a partir del tercer mes de gestación y se hacen más frecuentes a partir del sexto mes. Este tipo de ronquido suele ser temporal: la mayoría de las embarazadas dejan de roncar tres meses después de dar a luz. Sin embargo, el 18% de las mujeres siguen roncando: se trata de mujeres que ya sufrían ronquidos antes del embarazo.

¿Por qué roncan las mujeres durante el embarazo?

Las causas de los ronquidos durante el embarazo suelen estar relacionadas con un estrechamiento de las vías respiratorias superiores. Esto es consecuencia del aumento de peso relacionado con el embarazo y la distensión abdominal. Por lo tanto, es importante cuidar la alimentación durante el embarazo para no ganar demasiado peso. Existe otra posibilidad. Algunas embarazadas roncan por la noche porque sufren congestión nasal y falta de aire, debido al efecto de la progesterona y los estrógenos. En este caso, la mujer ronca cuando duerme con la boca abierta.

¿Cuáles son los riesgos de los ronquidos en las mujeres embarazadas?

Roncar puede causar complicaciones. Además de que los ronquidos perjudican la calidad del sueño, afectan a la pareja y pueden causar fatiga crónica, aumentan el riesgo de apnea del sueño. El riesgo de apnea es aún mayor cuando la embarazada tiene sobrepeso.

Los ronquidos en las mujeres también pueden provocar una mala oxigenación de la sangre, lo que pone en peligro a la futura madre y al feto. Por ejemplo, estudios recientes han demostrado que las mujeres que roncan durante el embarazo tienen más probabilidades de dar a luz a un bebé prematuro. Además, las cesáreas son dos veces más frecuentes que en las mujeres que no roncan. Por último, los ronquidos pueden provocar la inflamación de la placenta, lo que puede tener consecuencias para la salud del bebé.

El ginecólogo suele remitir a las futuras madres a un especialista del sueño, como un otorrinolaringólogo, para tratar estos riesgos.

¿Cómo limitar los ronquidos durante el embarazo?

Las soluciones médicas para los ronquidos durante el embarazo son bastante limitadas, ya que los medicamentos o los aceites esenciales están prohibidos o muy controlados. Sin embargo, existen varias soluciones naturales para limitar los ronquidos durante el embarazo, en función de la causa. Como primera medida, le aconsejamos que consulte a su médico de cabecera o a su ginecólogo para determinar las causas de sus ronquidos.

De forma más general, recomendamos a las futuras mamás que cuiden su estilo de vida. Evite comer demasiadas grasas, limite el consumo de alcohol o tabaco y asegúrese de acostarse a horas regulares. Instalar un humidificador junto a la cama también puede ser una solución para limitar la congestión nasal y mejorar la respiración durante la noche.

Si no tiene un aparato de este tipo, puedes poner un recipiente con agua en el radiador o secar la ropa mojada en su habitación.

También puede cambiar la postura al dormir al lado izquierdo (para no comprimir la vena cava inferior), elevar la cabeza y comprar una almohada para embarazadas. Por último, puede llevar un anillo antirronquidos o tiras nasales, o recurrir a remedios naturales. El aceite de oliva, por ejemplo, puede lubricar las vías respiratorias y combatir los ronquidos. Algunas infusiones, como la de eucalipto, tomadas antes de acostarse, también pueden descongestionar las vías respiratorias y reducir los ronquidos. También es importante escucharse a uno mismo: si está cansado durante el día, no dude en descansar y hacer siestas.

Si, a pesar de todos sus esfuerzos, no consigue dejar de roncar y dormir mejor, le aconsejamos que acuda a un especialista del sueño.